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We have respected the spelling and grammar for each transcription, without modification or modernization. Abbreviations are transcribed as follows: “pa: para”, etc.
Spanish Transcription
Carcel del Saladero de Madrid 3 de setiembre de 1867
Amores mios: no tengo novedad; hasta ahora no me han dicho una palabra acerca mi detencion, y cuantos pasos se intentan por parte del Tio, de Titó y de D Ildefonso, para asegurarnos de que el gobernador sepa que yo habia venido en virtud de disposicion de Pezuela, y no por mi capricho, han sido hasta el presente infructuosos. El gobernador está inaccesible y si nadie alcanza hablarle, se escusa con que él no sabe á quien se prende puesto que tiene confiada esta mision al gefe de orden público. La tactica de este gobierno: echarse el muerto de encima y amolar al prójimo.
Hoy ha corrido por la carcel la desagradable noticia de que se va á sacar para otro punto una cuerda de los detenidos por disposicion gobernativa, y que no ha habido méritos suficientes ni pretesto siquiera para ponerlos á disposicion de las comisiones militares. No sé que fundamento pueda tener tan mala nueva y quizás sea falsa; pero todo se puede esperar de la gen-[1v]te que dispone de nosotros á su antojo, y creo que tarde ó temprano acabarán por hacer con nosotros lo que hoy se supone próximo.
Tal vez, si este caso llega, tendría miedo de alcanzar el ser conducido en carruaje ó carril, pero la escazes de dinero y el ejemplo de muchas personas acomodadas, que se hallan en el mismo caso que yo, que han declarado que no aceptan distinciones y quieren correr la misma suerte que los infelices faltos de recursos, me hagan aceptar tranquilamente las molestias y fatigas de un viaje á pié, de prision en prision, y envuelto entre criminales comunes. Porque es necesario probar á los viles que nos vejan que a mí tampoco se me amedrenta con nada y que arrastro sereno toda suerte de atropellos.
Carrascon, uno de mis buenos amigos que escribian la Discusion, fué, hace poco, condenado á presidio y llevado al de Alcalá sin consideracion alguna; se le ofreció luego alguna consideracion y prefirió arrastrar la cadena á contraer deuda alguna de gratitud con sus enemigos. Cobelo, el editor de la Democracia, Luis Blanch, condenado como redactor de la [2r] publicacion clandestina El Relampago, y muchas otras personas decentes y acomodadas del partido visten la chaqueta del presidiario, arrastran la cadena que antes infamaba y ahora honra y viven bajo la vara de un criminal comun, por no deberles nada á los que gobiernan. A Casañer, el editor de la Discusion, al entrar en el presidio de Toledo, le fue ofrecido por el Comandante del mismo la direccion de los talleres, y contestó: “No acepto cargo alguno de esta situacion; quiero correr la suerte de los infelices presidiarios políticos sin empeños y sin recursos; venga el grillete.”
Ante estas pruebas de entereza y heroismo, ante otros muchos actos no menos dignos y honrados que estoy presenciando ó sabiendo de positivo por conductos varios, ¿que son las incomodidades y disgustos de un confinamiento ó deportacion cuando no pueden acusarme de nada y de consiguiente no pueden aplicarme pena alguna de las llamadas infamatorias?
¡Ah! creedlo; os lo digo con todo mi corazon; la democracia tiene hombres á la altura de la pureza de sus principios; la Democracia no puede morir en nuestra patria. No importa que nos maten á los veteranos de tan [2v] grande idea, con el fusil, el dogal, el presidio y la deportacion; el dia en que los democratas se convenzan de que no está nuestro sitio en las montañas ni en las barricadas, sirviendo á nuestros propios enemigos y derramando inutilmente sangre preciosa, sino que, por el contrario, nuestro puesto está en los comicios, en la prensa, en la tribuna, en los talleres y en los casinos, el triunfo será de la Democracia.
Mas, no voy notando, amadas mias, que el pliego se concluye y aun no he hablado de vosotras. Voy á ello.
Me ha desazonado mucho lo que tú, mi buena Isabel me dices respecto á la distribucion que haceis del dia, por que mi linda Aurea tiene todavia poca edad para ir sola á la compra y puede sucedernos una desgracia cualquiera, que en la ocasion presente seria mi desesperacion; un carruaje, algun infame… en fin, ¡una cosa tan facil de suceder! Vé tú, Isabel; que nuestra juiciosa Enriqueta ya cuidara de la casa mientras estés ausente de ella. No aumentemos con otra mas nuestra
[Incomplete document]
Description
On August 30, 1867, Clavé was incarcerated in El Saladero prison in Madrid for political reasons. He had participated in the conspiracies against Queen Isabel II.
In June 1867, General Prim, who was in exile, united democrats and republicans to organize a revolutionary action in order to dethrone Queen Isabel II. He had already tried to do it one year earlier with the Ostende Pact. Prim had the intention to substitute the Borbón monarch for another one, whereas the republicans led by Pi i Margall wanted to put in place a federal republic. Democrats and republicans met in Paris to reach a consensus, but they could not agree: they decided to later organize a popular referendum that would ask which form of government the people preferred. In August 1867, Prim organized the failed uprising (Hennessy 2010: 56-57). In fact, it did not even take place, but many were detained, deported, exiled and incarcerated.
In this context, on August 18, Clavé received an order of deportation signed by Juan Manuel de la Pezuela, the military authority in Catalonia. Clavé had to leave Catalonia, but he could choose his destination. He decided to go to Madrid, where he thought he could express his ideas (Canadell 2016: 151-153). First he stayed in a guest house on Jacometrezo street (Guansé 1966: 101) and was afterwards detained and incarcerated in El Saladero prison.
The majority of the archival documents and Clavé’s biographies indicate that Clavé has a personal and cordial relationship with the Queen Isabel II. In 1867, Clavé met with the Queen [letter 670904.1CL explains this personal meeting], and the Queen expressed her appreciation of Clavé’s efforts and social impact through the coral movement («Durant la conversa, que resultà molt agradable per a Clavé, no van tocar cap tema polític», Poblet 1973: 215). Isabel II had previously acknowledged her appreciation when she traveled to Catalonia during the summer of 1860 and when Clavé organized concerts in Madrid in 1863.
In this incomplete first letter, Clavé says that no one has told him the reasons for his detention. He gives a list of the people, his Friends, who are also incarcerated. His friends are all editors: Luis Blanch was the editor of the clandestine paper El Relámpago, Joaquín Cobelo de Lías was the editor of La Democracia, Casañer and José María Carrascón were editors of La Discusión: “visten la chaqueta de presidiario, arrastran la cadena que antes infamaba y ahora honra y viven bajo la cara de un criminal común, por no deberle nada á los que gobiernan.” Being incarcerated is not shameful anymore, it is an honor if you are defending a just cause, in this case it is the defense of democracy.
Clavé also explains at the beginning of the letter how his brother Francesc, his uncle Josep Camps, and his friend Ildefons Cerdà, are helping him to get out of jail as soon as possible (Canadell 2012: 429).
One of the interesting aspects of this letter is that we access Clavé’s views on democracy. He affirms that Democracy with a capital D must not die in Spain, and he adds what is the role of those who defend democracy: they must be present in the public and intellectual spheres, and they must be part of the working class: “nuestro puesto está en los comicios, en la prensa, en la tribuna, en los talleres y en los casinos, el triunfo será de la Democracia.”
Notes
Conspiracies during the reign of Queen Isabel II in August 1867: there were revolutionary clandestine groups in Barcelona, Madrid and Zaragoza in 1867. According to Josep Pich i Mitjana, these groups in Barcelona helped in the circulation and spreading of ideas, organized collective readings of prohibited books, and aimed at convincing the people of their revolutionary cause. They furthermore helped politicians who suffered reprisals. Of importance is August 1867, a moment during which the revolutionaries put small explosives throughout the city of Barcelona in order to create chaos and to avoid that the troops could pursue the rebels (697-700). Consequently, repression followed in 1867 and 1868. Many were detained, exiled or executed.
El Relámpago: underground journal whose first issue was published on January 13, 1867. Its directors were Luis Blanc i Felipe Fernandez.
La Discusión: journal founded in 1856 by Nicolás María Rivero. It was published until the end of 1887. Its collaborators were democrats and republicans.