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Letters by ClavéCatalanization

The Choruses in Madrid, 1863.

Train trip to Madrid

From Josep Anselm Clavé to Isabel Soler i Bosch Madrid, May 2, 1863

This is the first letter Josep Anselm Clavé sent to his wife from Madrid during his 1863 trip. He decided to visit the capital to find a way to organize a massive festival in there. The letter concentrates on his journey, by train, from Barcelona to Madrid. It offers incredible descriptions of landscape, as well as Clavé’s travel adventures.

  • Transcription
  • Description
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  • We have respected the spelling and grammar for each transcription, without modification or modernization. Abbreviations are transcribed as follows: “pa: para”, etc.

Spanish Transcription

Madrid 2 de mayo de 1863

Querida Isabel: hemos llegado sin novedad a esta á las cinco de la mañana de hoy, es decir, nueve ó diez horas mas tarde de lo que esperabamos. El viaje ha sido penoso para cuantos iban en nuestra compañía, si bien por lo que á mi toca no ha sido como de costumbre, pues despues de pasar dos noches en blanco, ni siquiera me he tirado hoy en la cama, lo que prueba que no me he mareado en lo mas mínimo.

De Barcelona á Zaragoza pasamos felizmente llegando á esta ultima ciudad a las 8 de la noche. A las once salimos en la dilijencia para Alhama y al amanecer nos encontramos envueltos completamente por la nieve; seguimos nuestro viaje con algun retardo á causa de la copiosísima lluvia que siguió á aquella y experimentando bastante frío, y llegamos a la estacion de Alhama á las doce, quedandonos apenas [1v] el tiempo suficiente para comer malisimamente y caro. Partió el tren á las doce y media y á poco trecho empezó la máquina á perder la fuerza, quedandose parada en mitad de la vía dos ó tres veces distintas; por fin al llegar a la estacion de Arcos supimos que no podia pasar adelante por habersele rebentado ó estropeado algunos tubos. Figuraos con que gusto acojimos la nueva, en un punto rodeado de nieve y cayendo el agua á torrentes. Quizose avisar por el telegrafo á la estacion de Medinaceli pero no pudo conseguirse por averias en la línea. Transcurrió una hora y por fin se resolvió que la maquina partiese sola para avisar á la citada estacion de Medinaceli que mandasen otra, pero la maquina se fué y no volvió, ni vino tampoco otra en su lugar. Hasta las seis de la tarde estuvimos en la mayor incertidumbre y aguardando en vano por espacio de cuatro horas sin tener noticia alguna. [y con la incertidumbre que a de [illegible]]

[2r] La lluvia no cesaba ni [por] un momento y los pasajeros confinados en el interior de los coches, por ser la estacion de Arcos lo mas indecente que he visto en parte alguna, acurrucados todos de frio y maldiciendo del tiempo y de la empresa que tampoco cuidaba de socorrernos. Por fin llegó uno de los trabajadores que el gefe de la estacion incitado por los viajeros habia mandado á averiguar si había ocurrido algun otro percance y nos trajo la nueva de que al acabar de cruzar la locomotora de nuestro tren el tunel que hay á una legua de Arcos se habia venido á bajo gran parte de este, de modo que si hubiese aquella arrastrado coches tal vez hubiera pillado el derrumbamiento á alguno de estos debajo.

Entonces nos convencimos todos de que no teníamos mas remedio que pasar la noche en los coches, á despecho del frío, el agua y la nieve por estar el pueblo de Arcos un tanto distante de la estacion y no ser por otra parte capaz para hospedar tanta gente [2v] como venía en el tren. Encargamos algunos huevos pasados por agua á un parador vecino las diez y ocho ó veinte personas que ocupamos uno de los coches y nos dispusimos á pasar del mejor modo las pesadas horas de la noche; mas he aqui que de repente se presenta una locomotora de la parte de Alhama y enganchando el tren se dispone á hacernos seguir adelante. Aqui fué Troya; las señoras empezaron á alarmarse, los niños a llorar y algunos hombres á oponerse á que se nos espusiese al peligro de morir sepultados por los derrumbamientos del tunel ó despeñados en el fondo del Jalon que bajaba con alguna violencia á dos pasos de la vía. Dieronnos los conductores las mayores seguridades de que no pasariamos por el tunel y de que marcharíamos con mucha precaucion y mas por el deseo de salir de aquella angustiosa posicion que por otra cosa todos se conformaron. Partió el tren en el momento en que llegaban las provisiones, [3r] y como no hubiese tiempo de atrapar los huevos, pan y vino que iban á alargarnos nos quedamos sin mas cena que un pequeño repuesto que llevaban algunos viajeros y que nos obligaron generosamente a todos á partírselo en santa fraternidad.

El convoy adelantó lentamente esperimentando la zozobra que es de suponer cuantos en él iban, con raras escepciones; yo que sin saber por qué me sentía muy tranquilo y sin esperimentar el menor cuidado me asomé a la ventanilla y a la vista del espectaculo que se <me> presentó no pude menos de esclamar: “Oh que hermoso, que imponente es esto!” Las señoras creyeron que tenia el corazon empedernido… los hombres recordaron que soy poeta y se unieron á mi para admirar cuanto nos rodeaba.

Levantabanse á uno y otro lado de la via unos altos y escabrosos montes completamente blanqueados por la nieve. Al pie del de la derecha surjia el Jalon precipitandose en montes de espuma por entre las duras brañas. En el fondo descubriase entre pe[3v]ñascos negruzcos las nevadas casas del pueblecito de Somaen levantandose en primer termino el cementerio. [ [illegible] la cruz [illegible] ] Un poco a la izquierda se veia el tunel completamente obstruido por una peña de mas de ocho ó diez quintales desprendida de su boveda, y multitud de piedras y tierra entre un inmenso lodazal que reflejaba la infinidad de antorchas, de viento que los trabajadores de la via habian encendido. El tren pasose á la boca del tunel y empezó á silvar de una manera espantosa; contestole la locomotora de otro tren detenido á la otra parte del tunel, produciendo entre las dos un ruido estraño que centuplicaban los ecos de los montes que nos circuian. A todo esto iba diluviando y tuvimos que bajar grandes y chicos, hombres y mujeres y aventurarnos por aquellos andurriales con barro hasta la cintura y acompañandonos los trabajadores con las achas hasta ganar por la parte del pueblo de Somaen la boca opuesta [4r] del tunel de donde se veia á la luz de las antorchas desprenderse todavía tierra y piedras. No es dable que podais formaros ni una lijera idea del aspecto que ofrecia aquella caravana de hombres con luces sacudidas por la lluvia ó con fardos á cuestas, de mujeres con las faldas en la cabeza y chiquillos en brazos, unos jimiendo, otros cantando, resbalandose estos, chillando aquellos, en fin un cuadro que me felicito de haber podido ver dando por bien empleadas las incomodidades que me ocasionó.

Despues de trasbordado todo el equipaje y viajeros partimos para esta encontrando en gran trecho hogueras encendidas para alumbrar los pasos espuestos y hombres con achas de viento en las bocas de los tres ó cuatro tuneles mas que debimos atravesar, llegando por fin a las 5 de esta mañana á la villa y corte del oso y del madroño, es decir en Madrid, con [4v] un hambre de mil demonios y un frio de padre y señor nuestro.

Nos hemos alojado de pronto en la fonda del Siglo, pero como he ido mas tarde á visitar á los tíos que me aguardaban ansiosos, he tenido que ceder á sus repetidas instancias y pasar á hospedarme en su casa, en donde podeis escribirme (calle de Fuencarral nº 44, piso 2º).

He escrito esta carta a escape porque me aguardan y la habreis encontrado mal perjeñada y con una letra infernal. Mañana o pasado mañana volveré a escribir y entretanto saluda a los amigos, abraza á los hermanos, besa á nuestros hijos queridos y recibe el corazon de tu

Jose

Temo que mañana no dareis función pues las lluvias veo son jenerales y no ha cesado de llover para nosotros desde el jueves. Escribidme.

Description

Josep Anselm Clavé writes about his trip from Barcelona to Madrid. He offers a description of the difficulties he and his travel companions encountered because of the bad weather conditions during their journey by train. There is a detailed account of the route they undertook. 

This letter is a fantastic document to get information about traveling conditions by train in the second half of the nineteenth century in Spain. Due to the weather conditions, especially the snow, passengers experienced great hardship during this trip. Clavé recounts, “Aqui fué Troya; las señoras empezaron a alarmarse, los niños a llorar y algunos hombres á oponerse á que se nos espusiera al peligro de morir sepultados por los derrumbamientos del tunel ó despeñados en el fondo del Jalon que bajaba con alguna violencia á dos pasos de la vía.” He also notes the solidarity among the travelers, in this moment of distress. For instance, the train stops in the middle of the countryside, and travelers try to get some food from a nearby town. The food does not arrive on time and a few people share with everyone the dinner they had for themselves.

The descriptions of the landscapes are very poetic. Clavé insists that he is living this experience through his poetic eye: “yo que sin saber por qué me sentía muy tranquilo y sin esperimentar el menor cuidado me asomé a la ventanilla y a la vista del espectaculo que se me presentó no pude menos de exclamar: “Oh que hermoso, que imponente es esto!” Las señoras creyeron que tenia el corazon empedernido … los hombres recordaron que soy poeta y se unieron á mi para admirar cuanto nos rodeaba.”

Clavé sends his letters to his wife but they are more than family letters. They are a personal diary in which he notes his ideas, his political views and his which he knows he is building his legacy for history (Vialette 2010, 2018: 65-85). The letters are both Clavé’s personal archive and a public archive.

Notes

El Jalón: it is a river in Aragón and Castilla-La Mancha. It is one of the tributaries of the Ebro river.

Travel by train in nineteenth century Spain: the nineteenth century is when train transportation begins in Europe. The first railway line in the peninsula was inaugurated in 1848 and connected Barcelona and Mataró. The train was instrumental for the success of Clavé’s performance. Many chorists traveled by train, for instance when there were festivals organized in Barcelona, starting in the 1860’s.

Important data about Clavé and his family

This letter provides the reader with Clavé’s uncles address in Madrid: calle Fuencarral nº 44, piso 2º.

His uncle and godfather was Josep Camps i Camps, brother of his mother, Agnès Camps i Camps. The Camps i Camps family was economically comfortable in Barcelona. Clavé’s mother, for example, spoke and wrote French and she knew how to play the clavichord (Caballé y Clos 1949, Poblet 1973).

Papers / view all

Clavé's Papers (1845—1870). A transcription of the composer's personal and professional collection of documents.

Correspondence / view all

Clavé received letters from politicians and intellectuals such as Víctor Balaguer, Pi i Maragall, Baltasar Saldoni, Pep Ventura, Abdó Terradas, Rius i Taulet, among others.

Notes / view all

This section offers an interpretation of Clavé's correspondence and archive, and compiles our scholarship on nineteenth-century Catalan popular music, politics, and social movements.